Miro a mi alrededor y no veo más que mierda. Estoy fallando, me
estoy fallando. No sé si soy yo o aquí ya no pinto nada, quizás
debería huir como hago siempre, no dejar ni rastro de mi existencia y
dedicarme a seguir bebiéndome el Smirnoff que llevo como copiloto.
O quizás debería dejarme la piel y echarle dos huevos al
asunto. En cualquier caso lo que deberías hacer tú es
largarte, puede que no te interese ver como esta loca se
pone a vomitar sus problemas, o el vodka.
Me da miedo. Me da miedo seguir caminando, mirando hacia delante como si no pasara nada porque si que pasa, pasan muchas cosas a mi alrededor. Intento cerrar los ojos y olvidarme de todo y decir, "ahora empiezo desde el principio, nadie podrá conmigo", pero es una simple frase que nunca sirve para convencerme a mi misma, porque, al fin y al cabo, no quiero empezar de cero sin tí.