Sóla entre un millón de humanos con el primer desengaño y el sabor de tus besos flotando en mis labios. Vuelvo a casa y lloro en vano con tu foto hecha pedazos páginas vacias que guardé en mi diario. Un sol a flor de piel con leche y cereales después de una noche sin dormir un sitio en el Edén nunca será bastante para que empiece un nuevo día sin tí.
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