No se que decir en realidad. Tres minutos para la mayor batalla de nuestras vidas profesionales, todo se reduce a hoy: o nos juramos como equipos; jo, o nos desmoronamos, jugada a jugada, pulgada a pulgada.. hasta el final. Ahora estamos en el infierno, caballeros, creedme; y o nos quedamos aqui dejándonos machacar o luchamos por volver a la luz. Podemos salir del infierno, pulgada a pulgada. Yo no puedo hacerlo por vosotros, soy muy viejo. Miro al rededor y veo esas jóvenes caras y pienso: "he cometido todos los errores que un hombre de mediana edad puede cometer": he despilfarrado todo mi dinero, podeis creerlo; he echado de mi vida a todo el que me ha amado y últimamente ni siquiera soporto la cara que veo en el espejo.
Mirad, cuando te haces mayor, en la vida hay cosas que se van, eso es parte de la vida, pero solo aprendes eso cuando empiezas a perder esas cosas. Descubres que la vida es cuestión de pulgadas. Las pulgadas que necesitamos están a nuestro al rededor; estan en cada momento del juego, en cada minuto, en cada segundo. En este equipo luchamos por ese terreno. En este equipo nos dejamos el pellejo nosotros y cada uno de los demás por esa pulgada que se gana. Porque cuando sumamos una tras otra, porque sabemos que si sumamos esas pulgadas eso es lo que va a marcar la puta diferencia entre ganar o perder, entre vivir o morir.
Os diré una cosa, en cada lucha aquel que va a muerte es el que gana ese terreno; y se que si queda vida en mi es porque aún quiero luchar y morir por esa pulgada; porque vivir consiste en eso.
Teneis que mirar al que teneis a vuestro lado, miradle a los ojos; creo que vais a ver a un tio dispuesto a ganarla con vosotros; vais a ver a un tio que se sacrificará por este equipo porque sabe que cuando llegue la ocasión, vosotros haréis lo mismo por él. Eso es un equipo, caballeros.
Y o nos juramos ahora como equipo o moriremos como individuos.
lunes, 28 de febrero de 2011
sábado, 26 de febrero de 2011
Pero te quiero.
Amor; nos quejamos tantas veces, tantos días... Tú no bajaste la basura, yo no recuerdo apagar la luz del baño; que se nos olvida que pasan los días, y las quejas, porque cada uno encontramos siempre algo por lo que protestar. Y cada vez que te digo que la basura huele, se que te encogerás en el sofá y que seré yo la que a las tantas de la noche coja la repugnante bolsa y la bajaré con el brazo muy lejos del cuerpo. Y sabes que cuando abra de nuevo la puerta te cubriré de insultos, enormes e inofensivos. Pero tendrás para echarme en cara que olvidé de nuevo la luz del baño y que luego la cuenta sube y nuestro ahorros bajan, y no viajaremos nunca a Buenos Aires.
Nos quejamos todo el rato; tú me arrojas la almohada cuando insisto en despertarte por la mañana, esa absurda manía mia de que algún dia llegues a tiempo al trabajo... Yo bostezo y me hago la dormida por las noches, y protestas porque te arrastro a la cama en lugar de dejarte "trabajar" un poco más, jugando con el ordenador, medio a escondidas. Te pongo un libro en la mano y te pido que me leas algo, y cuando me duermo, me acaricias el pelo y sigues leyendo dos o tres horas más. De modo que mi astuta treta no da resultado y trato de levantarte lleno de sueño por la mañana.
Nos quejamos del derecho y del rehen; a mi madre y a tus amigos, que se hacen los locos y no se toman nada en serio y nos cobran contándonos sus penas que son siempre más importantes que las nuestras. Nos quejamos constantemente; yo me quejo porque no quedo sabrosa la cena y busco en la queja un poco de ternura, que tú me digas que nada importa, que cocino como uno oso pero que me quieres y eso basta; pero pasan los días y el piropo no llega y pasan los días señalados sin unas flores o sin que te acuerdes de que hoy es un año, dos, siete... Y de pronto te enfurruñas porque hace dos días me dejaste una nota debajo del jabón del baño que yo no encontré.
Nos quejamos. Pero olvidamos la delicia de enterrar mi cara en tu espalda cuando me despierto en mitad de la noche y te siento respirar y ...y el mundo entero se organiza. Olvidamos agradecer el hueco de tu clavícula que me sirve de almohada, y la mirada que se cruza en las cenas aburridas, y los brazos con que calmas mis lágrimas. Y las palabras con que acaban tus preocupaciones. Y la nostalgia inmensa que nos asalta de pronto en el trabajo. Solos.
Y las notas en la nevera, como esta, con corazones ridículos dibujados con la mano izquierda mientras con la derecha agito la bolsa de basura antes de librarme de ella y de pensar en terribles insultos con los que quejarme.
Nos quejamos todo el rato; tú me arrojas la almohada cuando insisto en despertarte por la mañana, esa absurda manía mia de que algún dia llegues a tiempo al trabajo... Yo bostezo y me hago la dormida por las noches, y protestas porque te arrastro a la cama en lugar de dejarte "trabajar" un poco más, jugando con el ordenador, medio a escondidas. Te pongo un libro en la mano y te pido que me leas algo, y cuando me duermo, me acaricias el pelo y sigues leyendo dos o tres horas más. De modo que mi astuta treta no da resultado y trato de levantarte lleno de sueño por la mañana.
Nos quejamos del derecho y del rehen; a mi madre y a tus amigos, que se hacen los locos y no se toman nada en serio y nos cobran contándonos sus penas que son siempre más importantes que las nuestras. Nos quejamos constantemente; yo me quejo porque no quedo sabrosa la cena y busco en la queja un poco de ternura, que tú me digas que nada importa, que cocino como uno oso pero que me quieres y eso basta; pero pasan los días y el piropo no llega y pasan los días señalados sin unas flores o sin que te acuerdes de que hoy es un año, dos, siete... Y de pronto te enfurruñas porque hace dos días me dejaste una nota debajo del jabón del baño que yo no encontré.
Nos quejamos. Pero olvidamos la delicia de enterrar mi cara en tu espalda cuando me despierto en mitad de la noche y te siento respirar y ...y el mundo entero se organiza. Olvidamos agradecer el hueco de tu clavícula que me sirve de almohada, y la mirada que se cruza en las cenas aburridas, y los brazos con que calmas mis lágrimas. Y las palabras con que acaban tus preocupaciones. Y la nostalgia inmensa que nos asalta de pronto en el trabajo. Solos.
Y las notas en la nevera, como esta, con corazones ridículos dibujados con la mano izquierda mientras con la derecha agito la bolsa de basura antes de librarme de ella y de pensar en terribles insultos con los que quejarme.
viernes, 25 de febrero de 2011
Ven, vámonos.
Hola, cielo. Ya no somos niños, y nuestros juegos tienen poco de inocente. Ya no somos amantes nuevos y, poco a poco, descubrimos una habilidad que desconociamos para hacernos mal. Tú sabes escaparte con escusas, cambiando de tema y olvidando enseguida lo que te parece desagradable; ojalá tuviera yo esa capacidad. He sido siempre la responsable, la seria, la mujer gris junto a mister maravilla; la mosca cojonera que arruinaba tus gamberradas. Y ahora vamos a cumplir con nuestro papel, cada cual, con el suyo. Y el mío es cerrar los ojos y preguntar cuándo fue la ultima vez que nos escapamos sin planes un fin de semana; la última antes de caer derrotados frente a la televisión, y las partidas con los amigos, y los informes que no te dio tiempo a acabar el viernes.
¿Cúando fue la última vez que derrotamos el aburrimiento obligatorio del domingo?, porque antes, no era así; te metías unos billetes en el bolsillo y cogiamos el coche y no regresabamos en dos días; justo a tiempo para arrancarnos la mugre con una ducha y correr al trabajo.
Antes te colabas en el cine y me esperabas dentro y te reias de mi porque yo no tenía el valor para seguirte sin entrada. Antes cocinabamos recetas de un libro que trajiste de Marruecos y acababamos con una sopa de sobre y tostadas con queso. Se te está escapando la alegría y yo no se como evitarlo. No puedo ser tú y yo al mismo tiempo, y no dejo de pensar que no entra en mis planes tolerar que la vida que comparto contigo, está vida que tiene sentido solamente porque tú la compartes conmigo, comienza a a envejecer. Piensa que el tiempo pasa, imagina que tenemos de pronto 70, 80 años; piensa en que apenas podremos movernos, te pesarán las piernas y la piel se te habrá arrugado; te harán falta gafas para todo. La vida se hará de pronto muy complicada, como un embudo que nos tragara hacia atras.
¿Qué recuerdos podremos tener entonces?, yo te recordaré tomando champagne a escondidas en el cumpleaños de mi hermano, te recordaré saltando de balcón en balcón el dia que olvidaste las llaves; me recordaré bailando contigo, con el vestido azul que a tí te gustaba. Nos recordaré llorando en el intierro de tu madre. Y quiero llenar el resto de años que nos quedan de recuerdos, quiero crear ahora la vida que luego será pasado, no que una laguna plácida y quieta se extienda de aquí a allá. ¡No es esto lo que quiero!. Como ya no somos niños, como todas las capacidades y la fuerza, y el valor, todo lo que poseemos lo conocemos ya, ven, ¡habla conmigo!, vamos a convertirnos en viejos.
¿Cúando fue la última vez que derrotamos el aburrimiento obligatorio del domingo?, porque antes, no era así; te metías unos billetes en el bolsillo y cogiamos el coche y no regresabamos en dos días; justo a tiempo para arrancarnos la mugre con una ducha y correr al trabajo.
Antes te colabas en el cine y me esperabas dentro y te reias de mi porque yo no tenía el valor para seguirte sin entrada. Antes cocinabamos recetas de un libro que trajiste de Marruecos y acababamos con una sopa de sobre y tostadas con queso. Se te está escapando la alegría y yo no se como evitarlo. No puedo ser tú y yo al mismo tiempo, y no dejo de pensar que no entra en mis planes tolerar que la vida que comparto contigo, está vida que tiene sentido solamente porque tú la compartes conmigo, comienza a a envejecer. Piensa que el tiempo pasa, imagina que tenemos de pronto 70, 80 años; piensa en que apenas podremos movernos, te pesarán las piernas y la piel se te habrá arrugado; te harán falta gafas para todo. La vida se hará de pronto muy complicada, como un embudo que nos tragara hacia atras.
¿Qué recuerdos podremos tener entonces?, yo te recordaré tomando champagne a escondidas en el cumpleaños de mi hermano, te recordaré saltando de balcón en balcón el dia que olvidaste las llaves; me recordaré bailando contigo, con el vestido azul que a tí te gustaba. Nos recordaré llorando en el intierro de tu madre. Y quiero llenar el resto de años que nos quedan de recuerdos, quiero crear ahora la vida que luego será pasado, no que una laguna plácida y quieta se extienda de aquí a allá. ¡No es esto lo que quiero!. Como ya no somos niños, como todas las capacidades y la fuerza, y el valor, todo lo que poseemos lo conocemos ya, ven, ¡habla conmigo!, vamos a convertirnos en viejos.
miércoles, 16 de febrero de 2011
change the world
Hoy, os hablaré de toda esa gente que, "trabaja" demasiado y están muy agobiados; pobrecitos, ¿verdad?. Tienen que preocuparse por pagar las facturas, la hipoteca, el coche y comprar la nueva consola. Madrugan cada mañana y se pasan horas y horas en la oficina, luego cogen su descapotable y se vuelven a su gran mansión a descansar de tanto estrés.
Llegan a casa y ponen la tele, pero ... ¡vaya por Dios! en las noticias salen niños más delgados que un palillo y enfermos, muy enfermos; niños con poquísima esperanza de vida y sin un futuro prometedor. Niños que vivirán cosas que nadie desearía. Y, ¿qué pasa cuando ponen eso en la televisión?, que cambian de canal, apagan la tele y cambian de tema.
Por un momento parecía que estaban preocupados, que se sentían mal.. pero, ¿qué mas da? esos niños nacieron para vivir eso, "yo no puedo hacer nada".Y así pasan los dias, los años, las generaciones y los nietos de los hijos de los hijos de los hijos de esa gente, hacen, piensan y actúan de la misma forma.
Pero si nos ponemos a pensarlo, esto viene desde pequeños, desde que empiezas a pedir juguetes y ropa, y no te conformas con nada. ¿Sabes qué? los niños de África y los países pobres son felices con un balon hecho de papel .
También están nuestros grande ídolos, los futbolistas; si, sí, esos que por "jugar en la máxima categoría y ser unos profesonales" ganan cantidades de dinero que servirían para dar de comer a más de media África. Y una vez cada tantos años se van de viaje a algún país subdesarrollado, juegan con los niños, aportan "todo lo que pueden"... pero al fin y al cabo, como mucho en un mes de plazo, vuelven a su país, con sus lujosas casas y sus grandiosas vidas.
Pero esos niños se quedan ahí, sin poder tener una infancia. Trabajando desde que son pequeños para poder sobrevivir como pueden. Ellos no reciben educación y trabajan toda su vida (que no es que sea muy larga). Esos pequeños sí que trabajan montones de horas, sin dormir, días y días seguidos y no ganan nada con ello. Esos inocentes niños son los que fabrican esas "Nike" que puedes llevar tú ahora puestas; o esa play que tienes en el salón; o el balón con el que vas a jugar cada tarde. Mientras tú te lo pasas bien y te diviertes con todos tus juguetes y ropa de marca, ellos fabrican otros nuevos, por si acaso a tí se te rompen.
Mientras tú; mientras nosotros reimos, ellos luchan por sobrevivir."
Llegan a casa y ponen la tele, pero ... ¡vaya por Dios! en las noticias salen niños más delgados que un palillo y enfermos, muy enfermos; niños con poquísima esperanza de vida y sin un futuro prometedor. Niños que vivirán cosas que nadie desearía. Y, ¿qué pasa cuando ponen eso en la televisión?, que cambian de canal, apagan la tele y cambian de tema.
Por un momento parecía que estaban preocupados, que se sentían mal.. pero, ¿qué mas da? esos niños nacieron para vivir eso, "yo no puedo hacer nada".Y así pasan los dias, los años, las generaciones y los nietos de los hijos de los hijos de los hijos de esa gente, hacen, piensan y actúan de la misma forma.
Pero si nos ponemos a pensarlo, esto viene desde pequeños, desde que empiezas a pedir juguetes y ropa, y no te conformas con nada. ¿Sabes qué? los niños de África y los países pobres son felices con un balon hecho de papel .
También están nuestros grande ídolos, los futbolistas; si, sí, esos que por "jugar en la máxima categoría y ser unos profesonales" ganan cantidades de dinero que servirían para dar de comer a más de media África. Y una vez cada tantos años se van de viaje a algún país subdesarrollado, juegan con los niños, aportan "todo lo que pueden"... pero al fin y al cabo, como mucho en un mes de plazo, vuelven a su país, con sus lujosas casas y sus grandiosas vidas.
Pero esos niños se quedan ahí, sin poder tener una infancia. Trabajando desde que son pequeños para poder sobrevivir como pueden. Ellos no reciben educación y trabajan toda su vida (que no es que sea muy larga). Esos pequeños sí que trabajan montones de horas, sin dormir, días y días seguidos y no ganan nada con ello. Esos inocentes niños son los que fabrican esas "Nike" que puedes llevar tú ahora puestas; o esa play que tienes en el salón; o el balón con el que vas a jugar cada tarde. Mientras tú te lo pasas bien y te diviertes con todos tus juguetes y ropa de marca, ellos fabrican otros nuevos, por si acaso a tí se te rompen.
Mientras tú; mientras nosotros reimos, ellos luchan por sobrevivir."
sábado, 12 de febrero de 2011
Ya ves, sigues siendo el primer pensamiento al despertar
Mentiria si dijera que todo va bien, que hace tiempo que no pienso en tí, que te olvidé, que otra persona supo darme lo que un día me regalaste tú;
viernes, 11 de febrero de 2011
fly
Yo no soy ningun tipo especial; pago el alquiler, la luz y el gas. Me gusta despertarme de forma natural; soy la tipica persona que vacía el bulevar. Si no voy a la iglesia no es por no pagar a esas buenisimas personas enviadas por Alá; esque prefiero dar mi euro al negro de la rotonda del Media Mark. Las películas de libros nunca me gustaron; mi padre me enseñó "El gordo y el flaco". Como dijo Groucho: "paren el mundo que me bajo".
Si tu te vas a quedar de brazos cruzados, si te conformas con ser uno más del rebaño; yo no tengo dueño ni tengo cadena, ni perro que me ladre, ni me muerda.
Me gusta ir descalzo porque me enseñaron a mirar por donde piso (siempre piso en llano). No me duelen las piedras, ni se me clavan los clavos que me ponen; y esque estos son mis principios, y no tengo otros: si intentan manipularme, se equivocan de tonto. Dile al que mueve los hilos que yo más rápido los corto.
Perdón si os llamo caballeros, pero esque no os conozco. Os he visto en carteles y en la tele, solo un poco. Yo prefiero la radio, no me mienten tanto.
Sal a la calle por la ventana, ¿quién ha dicho que un hombre no puede tener alas?. Vuela tan lejos como te de la gana, vuela tan rápido como una bala.
jueves, 10 de febrero de 2011
Goodbye
Ya se que es más fácil tirar la toalla que echarle valor, y que nunca fui de aquellas mujeres movidas por el corazón. Que si el camino se hacía largo paraba y tú me arrastrabas y tropezábamos. Y así seguimos este camino y a cuestas conmigo; y qué dijimos o no dijimos y al final olvidamos el motivo. Y yo aquí, mirando a la nada, viendo como pasa la vida, pero no hago nada; espero sentada a que se destrulla mi alma. Y pasan los años, los meses, los trenes y yo en el andén, pero siempre los pierdo; y cuando se marchan les grito, pero no se detienen.
No fue suficiente entregarte en cielo, tú te quedaste quieto mirando morir lo nuestro y tú a lo lejos inherte pero con los ojos abiertos; viendo morir lo nuestro. Dime cuándo fue el momento, dime dónde nos dejamos los besos, dime cuándo olvidamos que valía la pena seguir luchando por estos recuerdos; el primer aniversario muerto, la primera noche de espaldas. En la misma cama, pero tan lejos...
No fue suficiente entregarte en cielo, tú te quedaste quieto mirando morir lo nuestro y tú a lo lejos inherte pero con los ojos abiertos; viendo morir lo nuestro. Dime cuándo fue el momento, dime dónde nos dejamos los besos, dime cuándo olvidamos que valía la pena seguir luchando por estos recuerdos; el primer aniversario muerto, la primera noche de espaldas. En la misma cama, pero tan lejos...
miércoles, 9 de febrero de 2011
Little's
Cierto día de verano estaba en la playa observando a dos niños brincando en la arena, estaban trabajando mucho construyendo un castillo de arena con torres, pasadizos ocultos y puentes. Cuando estaban acabando, llegó una ola que redució el castillo a un montón de arena y espuma... pensé que después de tanto esfuerzo los niños comenzarían a llorar, pero en vez de eso, corrieron por la playa riendo y jugando y comenzaron a contruir otro castillo. Comprendí que había aprendido una gran lección; gastamos demasiado tiempo de nuestra vida construyendo alguna cosa, pero cuando menos te lo esperas, una ola lo destruye todo, y solo permanecen la amistad, el amor, el cariño y las manos de aquellos que son capaces de hacernos sonreir.
Sí, es algo que nunca comprenderé, es un sentimiento extraño, algo que se te mete en el estomago y te rompe los esquemas morales, es capaz de poner patas arriba todo tu mundo en un instante con solo una mirada y eres capaz de mandar a la mierda tus principios, es algo que te quita las palabras y te hace parecer estúpido, algo que mantiene tu mente ocupada 24 horas al día, podría dar mil quinientas cincuenta y cinco definiciones de lo que es esto, esa especie de "algo", que es de verdad, que te hace sonreír cuando te hablan como si fuera lo más gracioso del mundo y decir '¿de quién?' irónicamente a la pregunta ' Te veo diferente ¿te has enamorado?'.De obsesionarte con las llamadas perdidas, la voz, los mensajes y las despedidas aun más largas. De creer que su olor ha de formar parte de cualquier molécula de oxigeno que inspires, que sus pupilas y sus iris van a acabar de trastornarte. Sí, reconozco que el amor es una mierda, pero me gusta que al menos, sea contigo.
lunes, 7 de febrero de 2011
Diariamente
Nos reímos. Y seguimos riéndonos así. Hablando sin saber muy bien de qué ni por qué. Después decidimos marchar, prometiendo que hablaremos mañana. Es una promesa inútil: lo hubiéramos hecho de todos modos. Cuando pierdes tiempo hablando, cuando los minutos pasan sin que te des cuenta, cuando las palabras no tienen sentido, cuando piensas que si alguien te escuchara creería que estás loco, cuando ninguno de los dos tiene ganas de marchar, cuando después de que el ha marchado compruebas que lo haya hecho de verdad, entonces estás perdida. O mejor dicho, estás enamorada, lo que, en realidad, es un poco de lo mismo..
domingo, 6 de febrero de 2011
Quiero bailar contigo esta noche.
Ríe, salta, llega el primero; no te pares, juega, cae si es necesario, y vuélvelo a hacer, haz pompas de jabón y explótalas con la lengua, corre a coger las gotas antes de que toquen el suelo, pasa los cruces saltando las rayas negras, diviértete. Búrlate de los que te intentaron hacer daño, dedícales tu mejor sonrisa y que se pregunten como después de todo, puedes seguir en pie.
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